El presidente Donald Trump tomó la inusual medida de federalizar 2,000 soldados de la Guardia Nacional para reprimir protestas contra redadas migratorias en California, pasando por alto al gobernador Gavin Newsom y generando críticas inmediatas.
Sábado, Trump invocó una autoridad federal poco común para desplegar a la Guardia Nacional sin el aval de Newsom, la primera vez desde 1965 que un presidente anula el control de un gobernador sobre las tropas estatales. Expertos legales como Elizabeth Goitein del Centro Brennan señalaron que la acción recuerda el envío de tropas por Lyndon Johnson durante el Movimiento por los Derechos Civiles.
Newsom, demócrata, tachó la decisión de “deliberadamente incendiaria,” advirtiendo que aumentaría las tensiones y erosionaría la confianza pública. Normalmente, los gobernadores gestionan los despliegues de la Guardia Nacional, pero Trump citó el Título 10 del Código de EE.UU. § 12406, que permite intervención federal ante “rebelión o peligro de rebelión.”
La Casa Blanca justificó el despliegue como respuesta a “turbas violentas” que atacaron a agentes federales, aunque autoridades locales en Los Ángeles negaron necesitar ayuda. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció una movilización inmediata sin dar detalles.
Mientras, continuaban las protestas en un Home Depot de Paramount, California, contra redadas migratorias.
Esta medida revive preocupaciones del primer mandato de Trump, cuando sugirió usar fuerzas militares durante las protestas por George Floyd. Los demócratas temen que acciones unilaterales como esta sienten un precedente de injerencia federal en estados gobernados por su partido.