
Babel cumple tres décadas de existencia como núcleo esencial de las artes visuales en las Romerías de Mayo. El evento se reafirma como un espacio de confluencia, experimentación y visibilidad para creadores jóvenes y consagrados.
Su historia es una apuesta por la ruptura y la inclusión, por la multiplicidad de voces y lenguajes, y por la apropiación del espacio urbano como escenario legítimo del arte. La edición de 2025 ha sido ocasión para repensar su historia, sus desafíos y su proyección futura a través de exposiciones, intervenciones públicas y paneles.
La inclusión de figuras como el pintor Moisés Finalé, quien regresa después de casi veinte años, es un punto destacado en esta edición. El artista resaltó la importancia de la creación libre y el papel de Babel como espacio para intervenir la ciudad y acercar el arte a la vida cotidiana.
El periodista y crítico Erian Peña destacó el impacto de Babel en la descentralización de las artes visuales cubanas. Según él, el evento ha sabido establecer una retroalimentación en las artes que debe diferenciar la formación que se entrega a los alumnos.
La mirada retrospectiva permitió identificar los principales desafíos del evento, especialmente relacionados con la logística y la movilidad de obras y artistas. Sin embargo, el respaldo institucional y el reconocimiento ganado por Babel han permitido sortear estos obstáculos.
El evento se ha ganado este apoyo con todo lo que aporta en materia de creación, cultura y referentes para los públicos que se dan cita en Holguín. Ha sido también un espacio de reflexión y pensamiento donde se articulan exposiciones, intervenciones públicas y paneles teóricos.
A 30 años de su fundación, Babel se reafirma como un espacio vital para las artes visuales cubanas. Según la directora del Centro Provincial de Artes Plásticas, Yuricel Moreno Zaldívar, el evento tiene un futuro bastante largo y es necesario que siga existiendo.
Su historia demuestra que el arte puede ser motor de cambio cuando se abre a la ciudad y a la vida. La metáfora de Babel sigue viva: un lugar donde todos los lenguajes y todas las miradas son posibles, y donde el arte joven encuentra siempre un espacio para crecer y dialogar con su tiempo.