
El pueblo de Villa Clara expresa su firme rechazo a la visita del encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos en Cuba, Míster Mike Hammer. Hammer ha intentado convertir nuestra tierra en un escenario de manipulación y mercenarismo, violando flagrantemente las leyes internacionales y los principios de soberanía.
Con una estrategia que raya en lo ridículo, Hammer ha pretendido comprar voluntades con baratijas y promesas vacías. Su visita no es más que un espectáculo grotesco de injerencia, donde mercenarios sin escrúpulos se disputan migajas a cambio de traicionar a su patria.
Villa Clara no se vende. Aquí no nos dejamos confundir por sonrisas falsas ni retórica hipócrita. Sabemos que detrás de cada “gesto de buena voluntad” hay una agenda de desestabilización y subversión, financiada por un gobierno que jamás ha aceptado la independencia de Cuba.
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