
En un momento histórico para la Iglesia Católica, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost fue elegido como el nuevo pontífice este miércoles, adoptando el nombre de León XIV. Su elección lo convierte en el primer papa nacido en Estados Unidos y, gracias a su doble nacionalidad, también en el primero de nacionalidad peruana, marcando un hito significativo en la historia de la institución religiosa más grande del mundo.
Robert Francis Prevost, de 69 años, sucede al papa Francisco y representa una continuidad moderada del camino iniciado por su predecesor. Con una trayectoria marcada por su cercanía con América Latina, su perfil internacional y su compromiso con una Iglesia más inclusiva, su elección ha sido recibida con atención y esperanza en múltiples frentes.
Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago, hijo de padre francés y madre de ascendencia española. Ingresó a la Orden de San Agustín en 1977, y fue ordenado sacerdote en 1982. Su vida pastoral se ha dividido entre Estados Unidos, Roma y, especialmente, Perú, país donde vivió más de 30 años y en el que se naturalizó ciudadano.
Prevost ejerció una larga misión en el país andino, donde fue obispo de Chiclayo, administrador apostólico del Callao y miembro destacado de la Conferencia Episcopal Peruana. Conocido por su perfil académico —doctor en Derecho Canónico y políglota— y su experiencia como formador y prior general de su orden, ha ocupado múltiples cargos de relevancia en el Vaticano desde 2019.
El papa Francisco confió en Prevost al nombrarlo prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, dos cargos de enorme peso en la gobernanza de la Iglesia. En 2023, fue también creado cardenal por Francisco, quien vio en él un continuador de su visión pastoral centrada en los más pobres y marginados.
León XIV ha sido descrito como “el menos estadounidense de los estadounidenses”, aludiendo a su estilo conciliador y a su amplia vivencia en contextos multiculturales. Su elección parece enviar un mensaje de unidad en un momento de tensiones dentro de la Iglesia, tanto a nivel interno como global.
En su primer mensaje desde el balcón de San Pedro, el nuevo papa habló en italiano y español, recordando sus años de servicio en Perú. Hizo un llamado a la paz, la reconciliación y la unidad, y rindió homenaje al legado del papa Francisco.
Pese a su sólida reputación, Prevost ha sido mencionado en el contexto de acusaciones de encubrimiento de abusos durante su episcopado en Perú. Este antecedente ha generado reacciones divididas, aunque no fue un obstáculo para su elección.
Con su elección, la Iglesia Católica inicia una nueva etapa bajo la guía de un papa que encarna la diversidad cultural de América y la experiencia pastoral global. La figura de León XIV promete continuar la senda reformista de su predecesor, con una atención particular a la Iglesia latinoamericana, a la formación del clero y al papel de la justicia social en la vida eclesial.
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