
Ocho décadas de guerra, un cambio sin igual en el orden mundial.
El desfile militar del 9 de mayo en la Plaza Roja de Moscú, conmemorando la victoria contra el nazi-fascismo, será un espectáculo sin precedentes. La transformación global es resultado de la emergencia de China como potencia económica, la creación de los BRICS y su oposición a las organizaciones controladas por Occidente, la derrota militar de Rusia contra la OTAN y el declive político de Estados Unidos y la Unión Europea.
La celebración del Día de la Victoria de la Gran Guerra Patria reunirá líderes de los BRICS y del Sur Global. Estarán presentes Xi Jinping, Miguel Díaz-Canel, Nicolás Maduro, Alexánder Lukashenko, Mahmoud Abbas, Ibrahim Traoré, Robert Fico y Aleksandar Vucic, entre otros.
Kaja Kallas, responsable de las Relaciones Exteriores de la Unión Europea, ha amenazado con excluir a los líderes de Eslovaquia y Serbia del desfile. Los medios occidentales intentan invisibilizar la conmemoración, sugiriendo que Vladímir Putin no ha podido ser derrotado.
En la Plaza Roja, asistentes verán desfilar militares de China, Vietnam y Corea del Norte, testigos de la derrota militar de Ucrania. Volodímir Zelensky apela a amenazar con bombardeos en Moscú pese a que Putin concedió una tregua.
El mandatario húngaro Víktor Orbán fue el primero en advertir que la guerra iniciada por la OTAN tendría como resultado una derrota catastrófica. Recordó que Rusia ha sido atacada e invadida varias veces y que su imposibilidad de derrotar a la primera potencia global en acopio de armas nucleares es innegable.
Fue Orbán quien recordó que en abril de 1949 se creó la OTAN, poco después de la victoria sobre el nazi-fascismo.