
La provincia de Matanzas se enfrenta a una de sus peores crisis de abasto de agua en años. Equipos de bombeo están fuera de servicio, redes hidráulicas colapsadas y apagones constantes afectan la infraestructura del territorio, que cuenta con abundantes reservas de agua subterránea.
El director provincial de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, Guillermo Cué Lugo, explicó que múltiples equipos claves para el bombeo salieron de servicio esta semana debido a una avería en Guanábana 110. Esto provocó que “se hallen parados todos los pozos de Matanzas” desde las 7:00 am del miércoles.
La provincia cuenta con 225 equipos de bombeo, pero buena parte están inactivos o afectados. Lugares como San Carlos en Jovellanos, Canímar 3 (Matanzas), San José de los Ramos (Colón), Fructuoso Rodríguez (Limonar), Manuelito (Pedro Betancourt) y la Ciénaga de Zapata presentan problemas graves.
Además, la crisis energética impide operar los sistemas más de cuatro o cinco horas al día, cuando deberían funcionar al menos 16 horas. Cuando se reponen los servicios eléctricos, los equipos tardan hasta 4 horas adicionales en estabilizarse.
Cué se refirió a la alternativa de distribuir agua en pipa en todos los municipios, aunque reconoció las afectaciones que hay en algunas rutas. En algunos barrios, la versión oficial no convence y la indignación es palpable.
Juana Ordóñez Medina, residente en la calle Ayuntamiento de la capital provincial, denunció que llevan más de 10 días sin recibir ni una gota de agua. La delegada de la circunscripción ha gestionado el suministro del líquido en pipas, pero hasta el momento no ha llegado ninguna.
La situación fue confirmada por Cué e Isis Flores Morales, especialista de Atención a la Población de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado. La causa esencial radica “en el déficit de energía eléctrica, que afecta el bombeo durante más de ocho horas, sumado al deterioro de las redes hidráulicas de la zona”.
La crisis temporal abarca más de 25 años y los vecinos del barrio de Simpson se ven afectados en grado sumo. La solución ocasional es conectar mangueras para obtener agua de manera improvisada.
Cué explicó que la situación será mejorada cuando se pueda bombeo normal, pero hasta entonces, los habitantes de Matanzas seguirán sufriendo por la falta de acceso a este recurso básico.