
Un misil balístico lanzado por el movimiento hutí de Yemen impactó en las cercanías del Aeropuerto Internacional Ben Gurión, principal centro aéreo de Israel, dejando un cráter de aproximadamente 25 metros de diámetro cerca de una vía de acceso al complejo.
Las autoridades israelíes calificaron el ataque como una de las amenazas más graves en meses debido a la proximidad del blanco a una zona estratégica del país. El proyectil detonó en un área periférica del aeropuerto, ubicado a 20 kilómetros de Tel Aviv.
Aunque no causó víctimas ni interrupciones en los vuelos, el tamaño del cráter y la onda expansiva generaron cierto caos en los alrededores. Al menos seis personas resultaron levemente heridas mientras buscaban refugio antiaéreo o se vieron afectadas por objetos que salieron volando.
Expertos sugirieron que la ojiva, aunque de bajo poder explosivo, contenía suficiente carga para provocar daños mayores si hubiera alcanzado instalaciones críticas o áreas pobladas. Las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron que activaron sus sistemas de intercepción ante el misil pero admitieron que este logró evadir las defensas.
El incidente expone vulnerabilidades en el escudo antimisiles israelí, que incluye tecnologías como el Iron Dome y el Arrow. El ataque ocurre en medio de tensiones regionales crecientes, con los hutíes intensificando sus acciones contra Israel desde la guerra en Gaza en octubre de 2023.
El movimiento hutí ha lanzado decenas de misiles y drones hacia territorio israelí en los últimos meses, aunque la mayoría son interceptados o caen en zonas despobladas. Autoridades de aviación israelíes descartaron riesgos inminentes para los vuelos comerciales pero reforzaron protocolos de seguridad.
Las FDI iniciaron una investigación exhaustiva para entender las fallas que permitieron que el misil impactara sin ser interceptado. El incidente ha generado preocupación por la eficacia del sistema antimisiles israelí y su capacidad para proteger al país de amenazas crecientes en la región.