
Microsoft confirma su intención de eliminar gradualmente las contraseñas tradicionales en sus plataformas. A partir de ahora, las nuevas cuentas creadas vendrán configuradas con autenticación sin contraseña por defecto.
Los usuarios podrán iniciar sesión utilizando métodos más avanzados como la huella dactilar, el reconocimiento facial o otras alternativas similares. Según la compañía, este cambio no solo simplifica el proceso de acceso, sino que también fortalece la seguridad de las cuentas.
Entre las ventajas del sistema sin contraseñas destaca la reducción de riesgos asociados a ataques como el phishing y el malware keylogger. Al no existir una contraseña que pueda ser interceptada o adivinada, las cuentas quedan mejor protegidas frente a amenazas.
Los usuarios deberán configurar una clave de acceso basada en métodos biométricos la primera vez que inicien sesión. A partir de ese momento, esta será la forma predeterminada para autenticarse. Sin embargo, aquellos que ya tienen cuentas existentes no verán cambios inmediatos.
Esta iniciativa es parte de una tendencia creciente en la industria tecnológica hacia la eliminación de las contraseñas tradicionales. Sin embargo, los expertos recomiendan no descuidar la seguridad en el uso de claves convencionales.
Para proteger sus datos, se aconseja crear combinaciones robustas, evitar datos predecibles y utilizar una mezcla de letras, números y símbolos. Además, se recomienda acceder solo a través de sitios oficiales, mantener los dispositivos actualizados y contar con herramientas de seguridad como antivirus.
Aunque el futuro apunta hacia una era sin contraseñas, por ahora siguen siendo una realidad en muchos ámbitos. Por eso, mientras empresas como Microsoft avanzan en esta transición, los usuarios deben mantenerse alerta para proteger sus datos en un entorno digital cada vez más complejo.