
Un nuevo restaurante privado en La Habana está causando revuelo entre amantes del pollo frito: se trata de AMC Chicken, un local que imita la estética y el concepto de la popular cadena estadounidense KFC. Ubicado en la Calle Neptuno, entre Perseverancia y Lealtad, en pleno Centro Habana, AMC Chicken ofrece una experiencia poco habitual en la isla.
Los pedidos se realizan mediante una pantalla táctil gigante, al estilo de las franquicias modernas en el extranjero. Esta innovación tecnológica, sumada al diseño y climatización del local, ha despertado el interés de los habaneros y visitantes curiosos.
El restaurante ofrece combos de alimentos que incluyen pollo frito, papas fritas y refresco, con precios que oscilan entre los 1.850 y 2.950 pesos cubanos. Además, en su menú figuran bebidas importadas, cafés y postres, lo que lo posiciona como una opción diferenciada dentro de la gastronomía privada en la capital cubana.
La propuesta recuerda al icónico Restaurante Pío Pío, unos establecimientos especializados en venta de pollo frito que fueron muy populares en décadas pasadas, pero que ya no existen en la isla. En ese sentido, AMC Chicken no solo apunta a la nostalgia, sino también a llenar un vacío en la oferta actual de comida rápida en Cuba.
Este fenómeno, además de ser una novedad gastronómica, también refleja el ingenio del sector privado cubano para adaptarse a las tendencias globales, a pesar de las limitaciones económicas y tecnológicas del país.
AMC Chicken es un nuevo restaurante privado en La Habana que imita la estética y el concepto de la popular cadena estadounidense KFC. Ubicado en Centro Habana, ofrece una experiencia gastronómica poco habitual en la isla, con innovaciones tecnológicas como una pantalla táctil gigante para realizar pedidos.
Los precios de los combos en AMC Chicken oscilan entre 1.850 y 2.950 pesos cubanos, e incluyen pollo frito, papas fritas y refrescos. Además, el menú ofrece bebidas importadas, cafés y postres, lo que lo posiciona como una opción diferenciada dentro de la gastronomía privada en La Habana.
AMC Chicken refleja el ingenio del sector privado cubano para adaptarse a las tendencias globales, a pesar de las limitaciones económicas y tecnológicas del país. Su apertura y éxito señalan una respuesta a la escasez y la inflación que afectan la oferta de comida rápida en Cuba.
Comparado con los precios de otros productos en el mercado cubano, los precios de AMC Chicken son relativamente altos pero accesibles para quienes tienen ingresos en divisas o remesas. En contraste, otras tiendas en Cuba, especialmente las que operan en Moneda Libremente Convertible (MLC) o dólares, ofrecen productos básicos a precios inalcanzables para la mayoría de los cubanos.
AMC Chicken es una novedad gastronómica en La Habana, que refleja el ingenio del sector privado cubano y busca llenar un vacío en la oferta actual de comida rápida en Cuba.