
La denuncia compartida en Internet ha conmocionado a los cubanos dentro y fuera de la Isla. Darielah Delgado, una joven de solo 20 años, asegura haber sido víctima de una grave negligencia médica en el Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes de Bayamo. El testimonio, divulgado por el médico exiliado Alexander Jesús Figueredo Izaguirre en su muro de Facebook, narra una cadena de eventos que empezaron el 10 de febrero, cuando ingresó para interrumpir un embarazo por malformaciones congénitas del feto.
Tres días después, el 13 de febrero, fue llevada al quirófano a las 8:00 am para inducir el parto. A las 12:30 del mediodía expulsó el feto, pero lo que siguió fue una pesadilla médica. Según relató Darielah, el médico de turno tuvo que salir a buscar a la doctora encargada de retirar el feto, quien estaba distraída usando su teléfono móvil. Cuando finalmente llegó, la profesional dejó los restos a la vista de la paciente, causándole una crisis de ansiedad.
“Gracias a un médico llamado Isandro que me ayudó ese día”, mencionó la joven, haciendo una excepción positiva dentro de una experiencia por lo demás traumática. Después de la inducción, una doctora le informó que le haría una “limpieza”. Darielah accedió, sin saber que se trataba de un legrado sin anestesia general, procedimiento que describe como una tortura.
“Le repetía: ‘Doctora, pare’, y no paró hasta terminar”, escribió en su Facebook. La verdadera gravedad del caso se evidenció durante su estancia en recuperación. Hacia las 4:00 am, una enfermera que la revisaba presionó su abdomen y comenzó una hemorragia masiva.
“El legrado me había perforado y me provocó una hemorragia interna”, detalló. La joven fue trasladada de urgencia a cuidados intensivos. Su hemoglobina cayó a niveles críticos -apenas 3 gramos por decilitro-, y requirió tres transfusiones de sangre.
“Estuve grave, al borde de la muerte”, agregó. Finalmente, los médicos le realizaron una histerectomía total para salvarle la vida, un procedimiento que dejó a Darielah sin útero y, por ende, sin posibilidad de tener hijos en el futuro.
En su desgarrador mensaje, la joven exige justicia no solo por ella, sino por casos similares que, según su experiencia y la de activistas como Figueredo Izaguirre, ocurren con frecuencia en ese hospital sin que se tomen medidas disciplinarias o legales con los responsables.
“¿Cuántas más tienen que pasar por esto?”, se pregunta el doctor en su texto. “Aquí hay una joven de 20 años que salió sin matriz, destrozada física y emocionalmente, por una cadena de negligencias médicas que pudieron evitarse”. ¿Y saben qué es lo peor? Que esto es solo otro caso más en la lista interminable de errores, maltratos y crímenes médicos cometidos en ese hospital, mientras los responsables siguen impunes, justificándose en cámara y maquillando la verdad.
La situación actual del sistema de