Durante una audiencia de supervisión del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la administración del presidente Donald Trump negó haber deportado a niños ciudadanos estadounidenses.
La secretaria del DHS bajo la administración Trump, Kristi Noem, fue interrogada por la representante demócrata por Texas, Verónica Escobar, quien expuso en el Congreso al menos tres casos de menores con ciudadanía estadounidense que habrían sido deportados junto a sus familias.
“Uno de esos niños con cáncer fue deportado sin su medicación”, denunció Escobar, subrayando que, además de ser ciudadanos estadounidenses, las familias no tuvieron oportunidad de planificar adecuadamente su salida del país.
La representante preguntó si los funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ofrecieron a los padres la posibilidad de designar un cuidador mediante el formulario oficial 71-07, como exigen los protocolos cuando se trata de hijos nacidos en Estados Unidos.
Ante esta acusación, Noem respondió: “Los casos específicos que usted menciona, con estos niños, fue decisión de los padres llevarse a sus hijos. Es política de la administración Trump mantener unidas a las familias”.
Recientemente, la administración de Donald Trump ha sido cuestionada en varias ocasiones por los casos de deportaciones de inmigrantes con hijos estadounidenses.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aclaró hace pocos días que los tres niños ciudadanos estadounidenses mencionados en recientes reportes no fueron deportados, sino que acompañaron voluntariamente a sus madres, quienes sí fueron expulsadas del país por estar en situación migratoria irregular.
“Sobre el titular, es un titular engañoso. Tres ciudadanos estadounidenses, de cuatro, siete y dos años, no fueron deportados. Sus madres, que estaban ilegalmente en este país, fueron deportadas. Los niños se fueron con sus madres”, afirmó Rubio.
El secretario de Estado enfatizó que los menores, como ciudadanos estadounidenses, tienen derecho a permanecer en el país o regresar en cualquier momento, dependiendo de la decisión de sus familias: “Los padres toman esa decisión”, recalcó.
Rubio desmintió la narrativa de que agentes federales hubieran separado o deportado forzosamente a los niños.
“No es como ustedes lo presentan, como si agentes de ICE hubieran derribado una puerta, agarrado a un niño de dos años y lo hubieran arrojado a un avión. Eso no es cierto”, dijo.
En este sentido, una familia cubana enfrenta una situación similar. Desde que Heydi Sánchez Tejeda fue deportada a la isla en abril pasado, ella, su esposo y sobre todo la pequeña niña de la pareja, han enfrentado un verdadero calvario.
La joven madre envió un emotivo video a la redacción de CiberCuba, donde compartió el profundo dolor que vive tras ser separada de su hija pequeña.