
Kuquine es un predio de 17 caballerías de extensión ubicado al borde de la Autopista del Mediodía, rodeado por la Carretera Central, la carretera de Cantarranas y la vía que conecta San Pedro con Punta Brava.
Fulgencio Batista compró Kuquine en sus días como jefe del Ejército o al inicio de su primer mandato presidencial (1940-44), cuando ya mantenía relaciones extramatrimoniales con Martha Fernández Miranda. Su esposa, Elisa Godínez, lo acompañaba desde los años 20 y tenían tres hijos.
El primer hijo de Batista con Martha, Jorge Luis, nació en Kuquine el 19 de agosto de 1942, y la boda del ex presidente con su amante se celebró en la capilla de la finca el 28 de noviembre de 1945. Martha llamaba a Batista “Kuqui” en privado, lo que dio nombre al predio.
Tras la Revolución, Kuquine pasó a ser propiedad del Ministerio de Educación y se convirtió en sede de un instituto tecnológico, una escuela primaria y una escuela especial. También se utilizó como albergue para familias desalojadas.
La dirección provincial de Alojamiento decidió convertir Kuquine en un sitio de esparcimiento y recreo, ofreciendo la piscina de la estancia y habitaciones para alojar a visitantes por solo 300 pesos moneda nacional. Se hablaba de exhibir objetos relacionados con la vida militar y política de Batista en el inmueble, pero no se sabe qué pasó con ese proyecto.
En Kuquine se gestó el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952, desde donde Batista salió para meterse en la Ciudad Militar de Columbia. La biblioteca de la finca fue escenario de importantes eventos, incluyendo la notificación oficial a Batista por parte del embajador norteamericano sobre el retiro de su apoyo el 17 de diciembre de 1958.
La casa principal de Kuquine es obra de los arquitectos Nicolás Arroyo y Gabriela Menéndez, autores también de la Ciudad Deportiva, el Teatro Nacional y otros proyectos. La mansión nunca se inauguró oficialmente y no llegó a estar completamente amueblada.
Kuquine contaba con una sala de música, una sala de proyecciones cinematográficas, un cuarto refrigerado para guardar ropa de pieles de la Primera Dama y una cocina con despensa para almacenar productos alimenticios durante un año. Los dormitorios en la planta alta tenían baño privado.
Aparte de la piscina, había un cuadrilátero de boxeo, deporte al que Batista era aficionado. Se conservaban dos automóviles antiguos en el predio: un Ford modelo T y un Chrysler dorado de Roberto, hermano de Martha Fernández Miranda.
Kuquine era una de las residencias privadas de Fulgencio Batista, junto con la de Varadero, Topes de Collantes, Isla de Pinos y otra en los Jardines del Rey.
El visitante puede recorrer el predio y encontrar objetos que pertenecieron a Batista, incluyendo libros, estatuas y objetos de arte. En un cuarto de desahogo se encontraron 800 joyas valoradas en dos millones de dólares, escondidas entre los libros.
Batista tenía complejo de Napoleón, lo que se refleja en la decor