
Autoridades cubanas decomisaron un almacén clandestino en el municipio de Bauta, donde se almacenaban productos alimenticios y mercancía presuntamente introducida de forma ilegal.
Una publicación en Facebook del perfil oficialista “Angerona de Cuba” señala que la operación se desarrolló como resultado de múltiples denuncias ciudadanas sobre precios abusivos en la zona, y permitió a las autoridades realizar un registro en un domicilio donde se encontró un entramado de presunta actividad económica ilícita.
Agentes del Ministerio del Interior (MININT) incautaron durante el operativo grandes cantidades de salchichas y pollo, ambos productos en estado semi-elaborado y almacenados sin la debida certificación sanitaria.
También hallaron 50 neumáticos para motos eléctricas que se presume entraron al país mediante vías ilegales, detalla el reporte. Además, documentación y evidencias de reventa ilegal de los productos a precios muy por encima de los establecidos.
Las autoridades informaron que se procedió al decomiso total de los productos y se inició una investigación ampliada para determinar el origen exacto de la mercancía y detectar posibles cómplices o redes de distribución.
Un ciudadano implicado fue detenido y trasladado por incurrir en presunta actividad económica ilícita. La semana pasada el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, arremetió contra la desorganización del sector no estatal, los precios abusivos y la falta de control en la gestión gubernamental y amenazó con decomisar los productos que se vendan a sobreprecio en la isla.
Sin embargo, el régimen no reconoce su responsabilidad en la inflación que aqueja a los cubanos, a raíz de las políticas económicas fallidas implementadas.
Las autoridades cubanas decomisaron un almacén clandestino en Bauta que contenía productos alimenticios y mercancía, incluyendo grandes cantidades de salchichas, pollo y 50 neumáticos para motos eléctricas, presuntamente introducidos de forma ilegal. Estos productos fueron incautados debido a la falta de certificación sanitaria y la sospecha de contrabando.
El contrabando de alimentos refleja la profunda crisis económica que sufre Cuba, donde la escasez de productos básicos obliga a muchos a recurrir al mercado negro. Esta actividad ilegal genera inflación y especulación de precios, complicando aún más el acceso a alimentos para la población.
El gobierno cubano ha intensificado operativos y decomisos para enfrentar el contrabando y la corrupción, deteniendo a individuos implicados y confiscando productos ilegales. Sin embargo, estas medidas son criticadas por no abordar las causas estructurales de la crisis, como la mala gestión y la falta de producción adecuada.
La corrupción en el sector alimentario cubano es un reflejo de las fallidas políticas económicas y la ineficiencia del sistema estatal, lo que genera desabastecimiento y obliga a muchas personas a recurrir a prácticas ilegales para satisfacer sus necesidades básicas. La falta de control y transparencia también alimenta la corrupción.