
En un intento por reanimar el sector turístico cada vez más golpeado, el régimen cubano selló un nuevo acuerdo con la agencia rusa Rus Cuba Dive para promover el turismo de buceo en la Ciénaga de Zapata, según se anunció en el marco de la Feria Internacional de Turismo (FITCuba 2025).
El contrato, firmado con Cubanacan Hoteles, busca capitalizar el interés del mercado ruso en el buceo recreativo, especialmente en zonas como Varadero y el parque natural Península de Zapata, que cuenta con cuatro centros especializados y un entorno privilegiado para la práctica del buceo, informó el perfil de Facebook “TTC Travel Trade Caribbean”.
La estrategia —afirma el post— apunta a diversificar los servicios turísticos de naturaleza y aventura, ofreciendo paquetes dirigidos específicamente a clientes rusos.
Esta alianza se da en un contexto de caída drástica en la llegada de visitantes internacionales, marcada por un descenso del 29.7 % entre enero y marzo de 2025, según cifras oficiales de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
Durante la inauguración de FITCuba el pasado 30 de abril, el primer ministro Manuel Marrero Cruz reconoció la gravedad del momento y anunció una serie de “reformas” para reactivar la industria turística.
Entre las medidas figuran el arrendamiento de instalaciones turísticas a entidades extranjeras; mayor flexibilidad en los pagos en divisas; uso de tarjetas internacionales y aceptación de dólares, euros y dólares canadienses; eliminación de la tasa sanitaria en aeropuertos y marinas a partir del 1.º de mayo; así como nuevas operaciones aéreas y venta de boletos en efectivo.
Sin embargo, muchas de estas disposiciones ya habían sido anunciadas en años anteriores sin impacto real en el mercado turístico.
Las causas internas del declive —apagones, escasez, precios elevados, inseguridad y deterioro de servicios— continúan sin solución, mientras el gobierno insiste en culpar exclusivamente al embargo estadounidense de la crisis.
La nueva alianza con el mercado ruso se presenta como una alternativa de supervivencia más que como una estrategia estructural. Rusia ha sido uno de los pocos países que ha mantenido un flujo sostenido hacia Cuba, aunque también ha reducido sus cifras en los últimos meses.
El anuncio coincide con la promoción de otras iniciativas propagandísticas como las terapias con delfines en hoteles de lujo de Cayo Guillermo, o el relanzamiento del turismo médico, eventos que, según expertos, poco hacen para revertir el desplome generalizado del sector.
A pesar de las múltiples advertencias de operadores turísticos, agencias y viajeros sobre la falta de condiciones mínimas para el turismo internacional, el régimen cubano sigue sin asumir responsabilidad, apostando por convenios puntuales y discursos de resistencia que no logran revertir la crisis estructural del sector.
Entre enero y marzo de 2025, Cuba apenas recibió 571,772 visitantes internacionales, muy por debajo de las metas oficiales y de los niveles prepandemia.
El propio CEO de PriceTravel, Rafael Durand, lo sintetizó con crudeza: “A Cuba