
El ambicioso plan legislativo del presidente Donald Trump, apodado como “el gran y hermoso proyecto de ley”, no logró avanzar en el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes tras una inesperada rebelión de varios republicanos clave. La propuesta buscaba avanzar temas prioritarios para Trump, incluyendo inmigración, impuestos, energía, defensa, límites de deuda y el endurecimiento de requisitos para Medicaid.
Sin embargo, cinco votos republicanos en contra impidieron su aprobación, lo que representa un fuerte revés para los líderes del Partido Republicano en la Cámara. Entre los disidentes estuvieron los representantes Chip Roy (Texas), Josh Brecheen (Oklahoma), Andrew Clyde (Georgia) y Ralph Norman (Carolina del Sur). El representante Lloyd Smucker (Pensilvania) también cambió su voto a “no”, aunque de forma estratégica para permitir que el proyecto pueda ser reconsiderado.
Los republicanos rebeldes, miembros del influyente Freedom Caucus, expresaron frustración porque las restricciones a Medicaid no entrarían en vigor hasta 2029. Criticaron también los subsidios a energías verdes heredados del gobierno de Biden, que el proyecto solo elimina gradualmente.
La tensión se sentía desde los pasillos del Capitolio. Trump, desde su red social Truth Social, criticó a los opositores tachándolos de “buscadores de atención” y llamó a los republicanos a unirse detrás del proyecto. Sin embargo, su mensaje no logró cambiar la postura de los disidentes.
El presidente de la Cámara, Mike Johnson (R-La.), sigue decidido a sacar adelante el proyecto a través del proceso de reconciliación presupuestaria. Johnson quiere que el texto sea aprobado en la Cámara antes del Día de los Caídos (Memorial Day) y que se coordine con el Senado para llegar al escritorio de Trump antes del 4 de julio.
El comité podría reunirse nuevamente este lunes para intentar salvar la legislación. De lograrlo, el proyecto pasaría al Comité de Reglas antes de llegar al pleno de la Cámara para su votación final. Por ahora, el futuro del “gran y hermoso proyecto” queda en suspenso, sujeto a negociaciones internas y al delicado equilibrio del poder dentro del propio Partido Republicano.