
La Capilla Sixtina: Un lugar sagrado y artístico en espera del cónclave
La Capilla Sixtina alberga a unas 200 personas durante misas, mientras que hasta 20.000 de los alrededor de 25.000 visitantes diarios se congregan allí. Cada año, más de cinco millones de personas visitan este lugar con una rica historia que data de más de medio siglo.
En el Estado más pequeño del mundo, se lleva a cabo un proceso electoral que atrae la atención de gran parte del mundo. Las elecciones en las que participarán alrededor de 1.400 millones de fieles católicos tienen como objetivo seleccionar al sucesor de San Pedro, el primer papa ordenado por Jesús.
Según la tradición, la línea ininterrumpida de sucesores del papa ha asegurado que los mensajes y enseñanzas de Cristo se hayan transmitido y permanecido inalterados. Los cardenales con voz y voto en la decisión sobre el próximo sumo pontífice se congregaron por primera vez en la Capilla Sixtina en 1492.
Desde entonces, la Capilla Sixtina se ha convertido en la sede permanente de los cónclaves. Durante este proceso, los ojos del mundo se fijan en la chimenea que está en su techo, donde se esperan señales de humo como pistas sobre lo que está ocurriendo dentro.
La Capilla Sixtina es una obra de arte impresionante que ha dejado a millones de personas maravilladas. Algunos se quedan sin palabras al verla, mientras que otros, como el erudito alemán Goethe, encuentran las palabras para describirla: “Hasta que no hayas visto la Capilla Sixtina, no tendrás una idea adecuada de lo que el hombre es capaz de lograr”.
Miguel Ángel escribió un poema lamentando las dificultades de embellecer uno de los lugares más sagrados de la cristiandad. Para él, el fresco de la Capilla Sixtina fue una prueba de su habilidad y resistencia como artista.
A pesar de sus dudas iniciales, Miguel Ángel creó una obra sublime en la bóveda de la Capilla Sixtina. Su reticencia se debía a que siempre consideró más escultor que pintor, pero finalmente capituló ante la comisión del papa Julio II.
Una de las pruebas más fehacientes de su reticencia es un soneto que le envió a su amigo Giovanni di Pistoia en 1509. En él, describe sus dolencias y quejas, incluyendo una inflamación de la glándula tiroides, una columna vertebral encorvada y doloridos muslos y trasero.
A pesar de las dificultades, Miguel Ángel logró crear un fresco impresionante en el techo de 3.300 metros de la Capilla Sixtina. Su obra es un ejemplo de la habilidad y resistencia del arte para asombrar a los seres humanos.
En espera del cónclave de 2025, la Capilla Sixtina sigue siendo un lugar sagrado y artístico que atrae la atención de millones de personas. Su rica historia y su importancia cultural la convierten en una experiencia única para aquellos que tienen el privilegio de visitarla.