
El cardenal neoyorquino Timothy Dolan desaprobó el post del presidente Trump que contenía una imagen generada por inteligencia artificial donde se presenta a sí mismo como pontífice, a menos de dos semanas de la muerte del Papa Francisco y pocos días antes de que los cardenales se reúnan en el Vaticano para elegir a un nuevo líder católico.
Desde Roma, donde asiste al cónclave, Dolan consideró que la imagen de Trump vestido de papa “no ha estado bien”, según trascendió en una nota de la agencia EFE.
Como dirían en italiano, ‘ha quedado mal’ (fa fatto una brutta figura), afirmó el también arzobispo de Nueva York ante los medios.
Cuando le preguntaron sobre su opinión sobre el post del viernes, Dolan respondió que esperaba que Trump “no tuviera nada que ver con eso”.
Interrogado sobre si se había sentido ofendido, agregó: “Bueno, ya sabes, no estuvo bien”.
Dolan forma parte de la Comisión de Libertad Religiosa de Trump y ha sido un aliado del presidente. En diciembre, dijo que Trump “se toma en serio su fe cristiana”.
El cardenal no es el único que critica la imagen en la que aparece Trump vestido de Papa. El obispo Thomas Paprocki, de Springfield, Illinois, espetó que el presidente debería disculparse.
“Esto es profundamente ofensivo para los católicos, especialmente durante este tiempo sagrado en el que todavía estamos de luto por la muerte del Papa Francisco y rezando por la guía del Espíritu Santo para la elección de nuestro nuevo Papa”, escribió en un comunicado en la plataforma social X.
La Conferencia Católica del Estado de Nueva York también arremetió contra la imagen, alegando que no hay “nada ingenioso o divertido” en ella.
“Acabamos de enterrar a nuestro amado Papa Francisco y los cardenales están a punto de entrar en un cónclave solemne para elegir a un nuevo sucesor de San Pedro”, escribió la conferencia en X. “No se burlen de nosotros”.
La imagen ha sido señalada como frívola e irrespetuosa, en especial por coincidir con un cónclave que concita atención y respeto a nivel global.
Este miércoles pasado, en una rueda de prensa en la Casa Blanca, Trump respondió a una pregunta sobre el próximo Papa con una afirmación que generó revuelo: “Me gustaría ser Papa. Esa sería mi opción número uno”.
Las críticas no tardaron en llegar. “Es una provocación impía”, afirmó en X la cuenta Republicans Against Trump, añadiendo: “Un convicto, que engañó a su esposa con una estrella porno, burlándose así de la fe católica es un insulto a millones”.
Yo sería un gran Papa, afirmó con su habitual autoconfianza. Aunque aclaró que no tiene favoritos claros para suceder a Francisco, sí destacó a Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York.
Dolan, quien ya participó en el cónclave de 2013 que eligió a Jorge Bergoglio como Papa Francisco, es una figura reconocida en la Iglesia estadounidense. En aquella ocasión, recibió un par de votos durante las primeras rondas, y ahora su nombre vuelve a circular -aunque de manera moderada- en las