
Daniel Palacios, un camionero cubano radicado en Estados Unidos, compartió su opinión sobre la reciente orden ejecutiva del presidente Donald Trump que obliga a todos los conductores comerciales a hablar inglés para mantener su licencia. En lugar de sumarse a las críticas, Palacios ofreció una perspectiva desde su experiencia cotidiana en carretera.
“Se pasa mucho trabajo si tú no hablas inglés haciendo esto”, afirmó Palacios en un video publicado en Facebook. Según él, mientras en Florida es posible desenvolverse solo con español, una vez que se viaja a otros estados “todas las indicaciones te las dan en inglés”. Esto incluye carteles, instrucciones en los depósitos y advertencias en la radio.
Palacios relató que se encuentra constantemente con choferes que no entienden indicaciones simples, lo que provoca retrasos y situaciones peligrosas. “No saben qué está diciendo la señal, les sale un cartel grande diciendo que a dos millas está cerrada la carretera, o en el radio te empiezan a decir que hay un accidente, que no entres por tal calle”, explicó.
El camionero también lanzó una crítica directa a quienes se oponen a la norma solo porque viene de Trump. “Nunca en la vida se interesaron por los camioneros, se cagaban en la madre de ellos cada vez que los veían en la carretera”, señaló.
Palacios también se dirigió específicamente a sus compatriotas cubanos, muchos de los cuales se han mostrado preocupados por el impacto que la orden pueda tener sobre sus trabajos. “Nosotros tenemos que ubicarnos. Estados Unidos no se tiene que adaptar a nosotros, nosotros nos tenemos que adaptar por fuerza a Estados Unidos”, sentenció.
La orden ejecutiva firmada por Trump establece que todos los conductores comerciales deben pasar una prueba de inglés como requisito para mantener o renovar sus licencias. La Casa Blanca ha defendido la norma como una corrección a años de “negligencia administrativa” que habría permitido la circulación de camioneros sin dominio del idioma.
Sin embargo, organizaciones como la Asociación Nacional de Camioneros critican la decisión, calificándola de “populismo camuflado”.