La sorprendente historia de Audrey Backeberg, una estadounidense que desapareció en 1962 a los 20 años y fue encontrada viva hace más de seis décadas.
Audrey Backeberg, entonces residente de Reedsburg, Kentucky, se desvaneció el día que salía de su casa para recoger su salario en la fábrica donde trabajaba. Su último encuentro con la niñera de la familia ocurrió cuando ambas viajaban en autobús a Indianápolis y perdieron el rastro de Audrey en una calle cercana.
Durante décadas, el caso permaneció sin resolver, con numerosas pistas seguidas por la policía sin éxito. Sin embargo, recientemente se reabrió como parte de una revisión de casos inconclusos por la Oficina del Sheriff del condado de Sauk, en Wisconsin.
El detective Isaac Hanson fue quien finalmente logró dar con el paradero de Audrey. A través de la cuenta de Ancestry.com de su hermana, pudo rastrear registros que lo llevaron a una dirección en otro estado, donde residía una mujer cuyas características coincidían con las de Backeberg.
“Hablamos durante 45 minutos y parecía feliz, segura de su decisión, sin arrepentimientos”, relató Hanson. Aunque no se han divulgado públicamente los motivos por los que Audrey decidió abandonar su vida anterior, informes sugieren que su matrimonio era problemático y había denunciado penalmente a su esposo por violencia doméstica y amenazas de muerte.
El sheriff del condado de Sauk, Chip Meister, destacó que el caso no involucró actividad criminal, y enfatizó el compromiso de los investigadores pasados y presentes. “Esta resolución resalta la importancia de mantener el esfuerzo constante en los casos sin resolver para brindar respuestas a las familias y a la comunidad”, expresó.
Hoy, Audrey Backeberg, con 82 años, ha vivido más de seis décadas alejada de su pasado. Su historia ha reabierto el debate sobre las decisiones personales en contextos de violencia y silencio.