
Matanzas. Desde horas bien tempranas del domingo cientos de matanceros se dirigen hacia las ferias agropecuarias de la cabecera provincial en busca de su abastecimiento semanal.
El sábado, de igual forma, lo hacen quienes residen en 11 de los municipios y la comunidad de Santa Marta. Ese día, todo el que puede aprovecha, como decimos los cubanos, y lo mismo en jabas que auxiliándose de un carrito, retornan a casa con la adquisición.
A veces los precios no son tan asequibles como uno quisiera, pero es de las pocas alternativas que tenemos para adquirir algunos productos frescos, como las viandas y hortalizas, asegura Adonis Gutiérrez, asiduo visitante de la Plaza xiv Festival, de las más concurridas.
«Puede y debe ser mejor, eso es lo que esperamos, pero la opción de las ferias hay que defenderla a brazo partido», insiste este mecánico de profesión, quien también aprovecha ese rato del domingo para compartir con viejos amigos durante su permanencia en el lugar, amenizado con diferentes ofertas gastronómicas.
LA PREMISA ESENCIAL
Cada domingo se comercializan unas 150 toneladas de productos en los cuatro puntos ubicados en el municipio cabecera, y el volumen es todavía superior en las plazas del municipio de Cárdenas.
Explica Carlos Luis Naranjo, delegado de la Agricultura en Matanzas, que velar porque los precios sean lo más bajos posible es un propósito permanente de los directivos de la Agricultura y de las autoridades del territorio.
Esa es y seguirá siendo la premisa esencial, que en todos los casos el precio de los productos esté por debajo del de otros espacios y de los que establecen los carretilleros, enfatiza.
Para abastecer esas plazas y ampliar la variedad, convocan a la mayor cantidad de empresas estatales, bases productivas y productores privados.
En cada punto, dice, hay un representante de la Delegación de la Agricultura. Son ellos los máximos responsables de que todo fluya como es debido y se venda por los precios establecidos.
De esa gestión mancomunada depende en buena medida la posibilidad de aminorar las insatisfacciones de la población, que por lo general se queja de los precios, de irregularidades en el pesaje, de la calidad de los productos, y de la resistencia de los vendedores a no aceptar el pago por canales electrónicos.
Son pocos quienes admiten el pago en línea para que el usurario pueda beneficiarse del descuento, manifiesta más de un cliente.
Los representantes de la Agricultura tienen, además, la misión de garantizar la disciplina entre las entidades suministradoras y demás productores.
Ahora mismo estamos insistiendo en que las empresas incrementen los volúmenes de plátanos y boniato, y se comercialicen a precios asequibles.