
Cuatro días después de denunciar hechos violentos en el hospital Saturnino Lora, la Dirección Provincial de Salud de Santiago de Cuba reconoce oficialmente agresiones a personal médico.
Según un comunicado titulado “La violencia nunca será la alternativa”, una mujer ingresó al hospital con pérdida de conocimiento y fue atendida por especialistas y residentes de Medicina Interna. Aunque sus signos vitales eran normales, su diagnostico era episodio de histeria de conversión sin riesgo para su vida.
Sin embargo, los familiares de la paciente actuaron en “estado de euforia desmedida causada por consumo de bebidas alcohólicas” y agredieron físicamente al equipo médico. Esta versión coincide con una de las que ya circulaban en redes sociales.
El comunicado omite aspectos clave como la falta de presencia policial en un área crítica como el cuerpo de guardia, donde se atienden urgencias y pacientes en estados alterados. También no se menciona si los agresores fueron detenidos o sancionados, ni si se prevén medidas para garantizar la seguridad del personal médico.
La publicación tardía y parcial de la nota muestra una respuesta reactiva frente a la presión social y mediática que exigía explicaciones desde hace días. La falta de claridad sobre los hechos e inquietudes por la protección del personal de salud deja dudas.
Una versión inicial del hecho fue proporcionada por el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, quien informó que el ataque se produjo cuando varios heridos ingresaron al hospital y sus familiares “barrieron el piso con las enfermeras”, desatando una escena de caos.
Una usuaria identificada como Yanet Pérez respondió a esa publicación afirmando que el hecho no fue provocado por una demora médica, sino por una paciente con un cuadro de histeria y familiares en estado de embriaguez.
Una enfermera del hospital confirmó que la doctora agredida pertenecía al cuerpo de guardia clínico y que también resultó agredida. La trabajadora añadió que en ese momento no había presencia policial en el centro, a pesar de que al cuerpo de guardia acuden habitualmente pacientes en estados alterados.