
Bayamo, Granma.— El Centro provincial de Artes Plásticas y Diseño acoge la exposición colectiva “130 Razones”, dedicada al próximo aniversario de la caída en combate de José Martí.
La muestra, integrada por 14 obras de diez artistas de Granma, fusiona técnicas diversas para reinterpretar el legado del prócer cubano desde perspectivas contemporáneas. Jorge Yanta Pérez, especialista del centro y curador de la exposición, explicó que las muestras trascienden el retrato tradicional de Martí para explorar su pensamiento humanista, latinoamericanista y su vigencia.
“No solo se trata de iconografía, sino de vincular su ideario con símbolos y conceptos abstractos o figurativos”, subrayó Yanta Pérez. Entre las piezas destacan referencias a episodios históricos como su estancia en Guatemala, su caída en Dos Ríos, y reflexiones sobre su dimensión espiritual.
Participan creadores de Bayamo, Manzanillo, Niquero y Cauto Cristo, incluyendo nombres consolidados como los premios provinciales de artes plásticas: Raylven Friman Ramírez, Juan Luis Maceo Núñez, Alexis Miguel Pantoja Pérez, Rafael Fuentes Rojas y Manuel Olivera Álvarez.
Maceo Núñez, escultor y pintor, presentó dos obras de su serie “Cambio de Roles” inspiradas en un Martí “cotidiano y actual”. “Lo veo más allá del bronce, como un ser práctico cuyas ideas dialogan con nuestro tiempo”, afirmó.
La muestra combina técnicas como el grabado, la pintura y la escultura, priorizando el concepto sobre lo formal. “El 90 % de una obra es la idea; lo técnico es un ritual que fluye desde lo espiritual”, señaló Maceo, quien incluso ha autorretratado su conexión con Martí en piezas que generaron debates por su enfoque vanguardista.
Por su parte, Yanta Pérez resaltó que “130 Razones” busca “justificar plásticamente” la relevancia de Martí mediante metáforas visuales. “Es un tributo a su intelecto y a su cubanía, pero también a cómo su ética guía nuestro presente”, subrayó.
La exposición, abierta al público en Bayamo, reafirma la vigencia de Martí en el arte cubano, e invita a redescubrir su legado a través de miradas frescas y críticas. Una prueba de que, como concluyó Maceo, “Martí no está en el Olimpo: camina entre nosotros”.