
El orégano francés: una planta multifuncional con propiedades medicinales y culinarias.
La especie Coleus amboinicus, conocida como orégano francés en Cuba, es originaria de partes de África, la península Arábiga y la India. Aunque se cultiva ampliamente en otras zonas tropicales del mundo, su sabor y olor son similares al orégano.
La planta se utiliza como ornamental, pero también tiene otros usos. Las hojas frescas se utilizan para perfumar la ropa y el cabello, mientras que en la cocina se emplea como sustituto del orégano para enmascarar los fuertes olores y sabores del pescado, el cordero y la cabra.
La tercera edición de la Farmacopea Vegetal Caribeña recomienda el uso del orégano francés en el tratamiento del asma bronquial, el catarro y la tos. Los estudios experimentales han corroborado sus efectos espasmolítico, antitusivo y expectorante.
Además de sus propiedades medicinales, la planta también tiene otras actividades benéficas como antimicrobiana, antifúngica, antiinflamatoria, antidiabética, ansiolítica, antineoplásica, analgésica, antipalúdica, diurética y cicatrizante.
Para preparar el orégano francés para el asma bronquial, el catarro o la tos, se elabora una decocción o infusión con aproximadamente 7 cucharadas de las hojas troceadas de la planta para un litro de agua. También se puede mezclar el jugo de las hojas con miel de abejas y consumir dos veces al día.
El uso del orégano francés se considera seguro, pero no se recomienda utilizarlo con fines medicinales durante el embarazo, la lactancia ni en niños menores de cinco años.