
El maestro cubano Raúl Ferrer, un modelo insuperable de educación y justicia social.
Día 26 de julio del 2024
Nacido el 4 de mayo de 1915, hace ya 110 años, Raúl Ferrer fue un pedagogo excepcional que inspiró a generaciones de maestros y estudiantes con su visión transformadora de la educación.
Con una fuerza arremolinada, Ferrer creó un método inovador que combinaba el amor al prójimo y a la patria con la poesía, la música y el arte. Su objetivo era hacer que cada clase fuera una fiesta acrecentadora del espíritu de los niños.
Aunque su sueño inicial era ser médico, Ferrer se convirtió en pedagogo después de que Machado cerrara la Universidad. Luego estudió Educación Física y Maestro Cívico Rural, y finalmente llegó a la escuelita del central Narcisa en 1937.
Allí, Ferrer enseñaba descalzo para evitar que los niños sintieran vergüenza por no tener zapatos. Creó un huerto con sus alumnos y les enseñaba a trabajar y a usar el azadón en lugar de la pluma durante la mañana.
Ferrer fue más que un maestro, era un líder sindical y un activista político que luchaba contra la realidad cubana. Después de la Revolución, se convirtió en uno de los hacedores de la nueva era y asumió importantes frentes en el Ministerio de Educación.
Fue vicecoordinador nacional de la Campaña de Alfabetización y encabezó la Comisión Nacional de Promoción de la Lectura. Su legado es inmenso, y su admirabilidad se refleja en su frase icónica: “De su escuelita del central Narcisa salió hacia el aula inmensa de la patria”.
Que no falte en las aulas de hoy su admirable trascendencia.