
“No estamos aquí solo por Cuba, sino también por todas las causas justas de los pueblos en el mundo”, significó Miguel Díaz-Canel Bermúdez al pronunciar las palabras finales del Encuentro Internacional de solidaridad con Cuba y contra el resurgimiento del fascismo.
En este encuentro, que reunió a cerca de mil representantes de 269 organizaciones de más de una treintena de países, el mandatario expresó la responsabilidad que asumieron como “representantes de los que creen, de los que quieren y de los que están dispuestos a construir un mundo mejor”.
Compartió la seguridad de que, a pesar de todos los desafíos, “el pueblo cubano no se va a dejar dominar, nunca se va a arrodillar y nunca va a ser vencido”, lo que fue demostrado en la jornada del 1ro. de Mayo.
Díaz-Canel también habló sobre el resurgimiento del fascismo, afirmando que “vuelve a acechar a la humanidad con fuerzas renovadas, promoviendo nuevamente la discriminación racial, el odio xenófobo y una violencia despiadada”.
Ante esta amenaza, la respuesta de los pueblos tiene que ser firme y decidida. Díaz-Canel pidió continuar exigiendo el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, así como renovar esfuerzos por su exclusión de la lista de naciones que supuestamente patrocinan el terrorismo.
También llamó a articular el enfrentamiento a las campañas de manipulación mediática y a desmontar el ataque contra la colaboración médica que Cuba presta en otras naciones.
Convocó a multiplicar acciones de solidaridad con el pueblo palestino y a denunciar el genocidio de Israel con la complicidad del Gobierno de Estados Unidos. Agradeció el compromiso de los presentes y destacó que, con su apoyo, “Cuba y su Revolución permanecerán erguidas”.
Aseguró que “la Revolución cubana no claudicará en su defensa de la paz, la justicia social y la integración de Nuestra América, inspirada en el legado de Fidel y el ejemplo de resistencia de nuestro pueblo”.