
El presidente Donald Trump restó importancia a las crecientes preocupaciones de que sus políticas económicas puedan provocar una recesión, asegurando en una entrevista con NBC News que la economía estaría “bien” a largo plazo, incluso si ocurre una desaceleración en el futuro cercano.
“Algunos en Wall Street dicen que tendremos la mejor economía de la historia. ¿Por qué no hablan de ellos? Porque algunos en Wall Street dicen que esto es lo mejor que ha pasado”, declaró Trump en un fragmento de su entrevista en Meet the Press with Kristen Welker, difundido este viernes.
Al ser presionado sobre si aceptaría una recesión a corto plazo para alcanzar sus metas a largo plazo, el mandatario respondió: “Mira, sí, todo está bien. Esto es un período de transición. Creo que nos irá fantástico”.
Las políticas económicas de Trump —en particular la guerra comercial impulsada por sus aranceles abruptos— ya han frenado a la economía más grande del mundo: el Producto Interno Bruto (PIB) registró una tasa anualizada de -0,3% en el primer trimestre, según datos del Departamento de Comercio publicados el miércoles.
Esta cifra, peor de lo esperado por los economistas, marca el peor trimestre desde 2022, atribuido al acaparamiento de inventarios por parte de las empresas y a la desaceleración del gasto de los consumidores.
Trump ha advertido previamente que los estadounidenses enfrentarán “perturbaciones” durante un período de transición mientras sus políticas redefinen el orden económico global. Ha impuesto aranceles masivos (algunos pausados) y elevados impuestos a las importaciones de China, un socio comercial clave.
Esta semana, admitió que los aranceles podrían generar escasez y precios más altos: “Alguien dijo: Oh, los estantes estarán vacíos. Bueno, quizás los niños tengan dos muñecas en vez de 30, ¿sabes? Y tal vez esas dos muñecas cuesten unos dólares más de lo normal”.
Trump y funcionarios de su gobierno han insinuado que los aranceles podrían sumir a la economía en una recesión, un resultado que consideran “aceptable”. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, sugirió que EE.UU. necesita un período de “desintoxicación”. Por su parte, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, afirmó que una recesión “valdría la pena” si se recupera la capacidad manufacturera del país.
La economía estadounidense, impulsada en dos tercios por el consumo, enfrenta un debilitamiento. Sin embargo, aún es pronto para declarar una recesión, definida oficialmente como “una caída significativa de la actividad económica extendida y prolongada por varios meses”.