
Eran las garras de un monstruo sediento de sangre, ávido de dominación y expansión que trataban de engullir a una urdimbre mágica de voluntad de acero y unidad. Hombres y mujeres tejieron una de las más épicas obras en defensa del suelo patrio.
No hubo una guerra en el pasado siglo XX más genocida, de una superpotencia mundial contra un pequeño y humilde pueblo. Un ejército sofisticado con fuerzas aéreas, marítimas y terrestres descargó el imperialismo estadounidense sobre Vietnam del Sur y la República Democrática de Vietnam.
Antes, a finales de la década de 1940, Francia luchaba por controlar sus colonias en Indochina: Vietnam, Camboya y Laos. Pero los levantamientos contra el dominio colonial galo comenzaron a doblegar a la metrópoli europea.
Laos se independizó en 1949 y Camboya en 1953. Francia le propuso a Vietnam su autonomía, que era una independencia limitada, pues la nación del Viejo Continente seguía controlando el sistema defensivo y la política exterior. Frente a la engañosa propuesta, el movimiento independentista vietnamita no dejó de crecer bajo la guía de Ho Chi Minh.
Ya el Tío Ho había proclamado la República de Vietnam en una plaza Ba Dinh abarrotada y enardecida de júbilo, en el centro de Hanói. Los aliados habían derrotado a los nazis, y Francia era liberada.
Fue ese preciso momento cuando Ho Chi Minh le dio al mundo un Vietnam independiente, a pesar de que acababa de sufrir una cruenta contienda frente a los japoneses. Latente aún la alegría desbordada en Ba Dinh, Francia se propuso retomar las colonias, y Vietnam era la primera.
Pero se encontró con un ejército popular de campesinos que le hizo frente a ese poderío, y en 1954, en Dien Bien Phu, las fuerzas coloniales mejor preparadas sufrieron una contundente derrota. Fue ese el fin del colonialismo francés en suelo vietnamita.
Apareció entonces la “preocupación” estadounidense por la “inestabilidad regional”. El imperio se comprometió a contrarrestar a los comunistas: Estados Unidos no se retiraría de Vietnam hasta 20 años después. En virtud de los acuerdos del fin de la guerra, las tropas debían reunirse al Sur del Paralelo 17 para salir hacia su país.
Fue entonces que Estados Unidos apoyó al Gobierno “provisional” sudvietnamita con armas y dinero a chorros. Allí radicaría un Gobierno yanqui. La República de Vietnam del Sur quedaba dividida, al norte la República Democrática de Vietnam con su capital en Hanói y al sur la República de Vietnam con su capital en Saigón.